¿Cómo ayudar a nuestros hijos en la vuelta al cole?

La vuelta al colegio se acerca, y con ella, empiezan a aparecer los miedos de los padres sobre como afrontarlo. Para casi todos los niños, la vuelta de vacaciones y el comienzo del cole suele ser difícil, pero lo es aún más para los que se enfrentan por primera vez a este momento. Los adultos tenemos un bagaje de recursos que hemos adquirido de la experiencia, y aun así, los cambios suelen costarnos, pues para los niños todo es nuevo, se tienen que separar a su figura de apego, para enfrentarse a nuevas situaciones, adultos que no conoce y un ambiente totalmente distinto.
Pero la vuelta a la rutina no solo la sufren los más pequeños, los padres también sufrimos las consecuencias, llantos, gritos, rabietas, ante las que nos inundan las dudas, sobre como llevar a cabo el proceso, «¿Lo estaré haciendo bien? «,»¿ Mi hijo alguna vez se adaptará?»,» No puedo soportarlo más, ¿es demasiado pequeño para ir al Colegio?».

Para ello, es importante seguir unas series de recomendaciones para hacer frente a la vuelta a la rutina , y que les cueste lo menos posible, así como empezar a enseñarles herramientas de afrontamiento eficaces que fomentarán su autoestima.

 

– Motivar a los niños: es importante inculcarles el interés por el colegio, hablarles relajadamente de lo que van a hacer allí, de lo bien que se lo van a pasar, que van a jugar, aprender. Hay que tratarlo como un tema habitual.

– Resolver dudas. Podemos dedicar un tiempo todos los días a hablar relajadamente con nuestros hijos de sus preocupaciones acerca del colegio, esto permitirá que se abran y nos cuenten que les preocupa. Quizás tengan algunas ideas falsas acerca de lo que va a ocurrir allí, que le están provocando una alta ansiedad.

Levántalo con tiempo antes de ir al Cole, e intentad que las mañanas sean lo más amenas posibles, podéis hablarles de cosas agradables y que los distraiga. Lo más importante en ese momento es estar al lado de nuestro hijo sin prisas y sin presiones, y mostrándonos lo más tranquilos posible.

Despedidas Cortas. No eternicéis las despedidas, no hacen más que alargar la ansiedad que va a experimentar nuestro hijo, si respondemos haciéndole caso al llanto, o quedándonos un rato más hasta que deje de llorar, estaremos reforzando esa conducta. Actúa con normalidad, y sin mentiras.

A la salida. Aquí pueden darse varias situaciones: Niños que al recogerlos no se separan ni un milímetro de nosotros, otros que por el contrario actúan como si no estuviéramos allí sin hacernos el mínimo caso, y otros que salen desbordando alegría. Cualquiera de los tres casos es totalmente normal, están actuando en muchos casos como revancha por haberlos dejado solos allí. TRANQUILIDAD. Con el tiempo se acostumbran.¿ Lo mejor? En los todos los casos, actuar con normalidad, y tranquilidad, no darle más importancia a esas conductas.

Hablar acerca de lo que han hecho en el Cole. NO INTERROGARLOS. Elegir un momento de tranquilidad, y cuando veamos a nuestro hijo receptivo. (En la comida, merienda, cuando estamos jugando con ellos). Trasmitir entusiasmo, por lo que nos cuenten. Intentad hacer preguntas abiertas para fomentar una respuesta alejada del sí o no, y aumentar así la comunicación con nuestro hijo.

– Socializar con los amigos por la tarde. Si conocemos al resto de madres de la clase de nuestro hijo, y sabemos a que parque van o podemos quedar con ellos, sería positivo tener contacto con ellos para fomentar la socialización

– Confiar en la opinión y pautas que nos dan sus profesores. Es muy importante para los niños que haya una buena relación entre sus maestros y sus padres, ello le aportará seguridad. Y una buena sintonía entre las pautas marcadas en el colegio y extrapolarlas al hogar hará que se fomenten de una manera más eficaz los aprendizajes.

 

Por último, recordaros que la vuelta a la rutina escolar, y a las actividades extraescolares hacen que nuestros hijos estén más cansados, por eso, y durante los primeros meses, se pueden producir rabietas de forma más habitual. Intentad adelantaros a ellas, adelantando la hora de la cena y dormir, o la hora del baño, cuando veamos a nuestro hijo muy cansado.